Ministerio de la consolación
MINISTERIO DE LA CONSOLACIÓN
Abril 16 2023
El mundo entero conmemora cada año la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, esa resurrección que nos da vida eterna a los que creemos en Él como nuestro Dios, nuestro Señor, nuestro Salvador, Mateo 4:4 “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, aquí la palabra vivirá nos confirma un presente y un por venir.
Como familia hemos experimentado como la palabra de Dios, nos mantiene vivos y con esperanza, estamos viviendo gracias a la palabra y promesas de Dios; en Él hemos sido consolados y fortalecidos, tal como nuestro Señor Jesús consoló a Martha, la hermana de Lázaro en Juan 11:23-26: “23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.25 Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”.
Es por fe en EL Señor, en la palabra, en el verbo, que esperamos RESUCITAR FÍSICAMENTE Y TENER UN CUERPO GLORIFICADO; mientras esto sucede, sabemos, “por fe no por vista” (2Corintios 5:7), que cuando partamos de este mundo, iremos a la presencia de nuestro Señor Jesús (en Espíritu y alma, 2Corinrios 5:8)
Creemos, y confiamos en lo que Jesús le dijo a los saduceos (quienes no creen en la resurrección ni en la eternidad del alma), cuando citó el versículo del AT en Lucas 20:37-38: “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob 38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven”.
Aquí reflexionamos que, si para Dios nuestros seres
amados que partieron en El Señor están vivos, ¿por qué para nosotros tienen que morir?, y no se trata de negar que partieron, se trata de entender que, aunque no están físicamente con nosotros, podemos tener la paz de que siguen vivos y presentes al Señor y esa es la importancia del verbo vivirá, está en tiempo perfecto, es presente y futuro; por ejemplo, podemos decir que nuestra amada Sofi siempre vivirá en nosotros.
Estos son algunos versículos que nos han ayudado a entender bíblicamente qué pasa después de morir físicamente:
Romanos 14:8
8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
Filipenses 1:21-23
21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.
Juan 8:51 (Jesús hablando con los judíos que dudaban de su deidad)
51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.
1 tesalonicenses 5:10
10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.
2Corintios 5: 6-9
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista); 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
Y realmente es Por fe, no por vista, que creemos en la eternidad del alma, y confiamos en que Sofi está ausente del cuerpo, pero presente al Señor, ella de acuerdo a la palabra de Dios, NO nos puede ver ni escuchar, está en plenitud de gozo en El Señor y eso es lo más importante para nosotros, Dios (por medio de su palabra) nos da esperanza al enseñarnos que, aunque no esté con nosotros físicamente, está feliz su presencia.
Es nuestra naturaleza humana, pasamos por momentos de tristeza y llanto por no tener físicamente a nuestra hija con nosotros, podríamos decir que “es normal” sentir este dolor por su ausencia, dolor que dejaremos de tener, cuando partamos a la presencia de Dios o Él venga por nosotros; por el momento y en esta vida, que es pasajera, seguimos recordándola y extrañándola, entendiendo que estas emociones nos ayudan a clamar consuelo y fortaleza a nuestro Señor, quien siempre está a nuestro lado.
Ahora bien, también tenemos lo más poderoso, nuestra fe en Dios, la esperanza que nos dio Jesús en la cruz, y nos ayuda a sobrellevar la ausencia de nuestra amada hija con la palabra de Dios, así que nosotros no somos fuertes por nosotros mismos, somos realmente fuertes cuando Dios nos fortalece con su presencia, con su palabra, con su Paz. como dice Juan 14:27 “27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
Ha pasado poco más de un año y créannos, Sofi está en todo momento, recordamos todas y cada una de las huellas y muestras de amor que dejó en nosotros. La recordamos en su niñez y en su adolescencia. La sentimos en canciones, en versículos, cuando vemos niñas de su edad, entre los colores morado a lila, las mariposas, las flores, los corazones, el cielo (cuando de repente se torna morado); recordamos sus carcajadas, su hermosa esencia y cuando sentimos miedo o tristeza, pensamos en ella, en su testimonio de vivir gozosa incluso en momentos de dificultad.
Sentimos que Sofi sigue con nosotros y con todos los que la aman, es algo inexplicable (que solo quienes han visto partir un ser amado, pueden entender), y aquí me tomo el atrevimiento de aclarar, que no es lo mismo ver partir a un ser querido o un conocido porque duele y con el tiempo pasa, pero ver partir a ese ser que amas con todo tu corazón y con el que compartías cada momento de tu vida, te deja marcado hasta el día que tú también partas a la presencia de Dios.
Pidámosle a Dios que nos revele su verdad, no es religión, es una relación diaria y personal con Él, ya que, aunque para el mundo la muerte es dejar de existir, para Dios la muerte es estar separados de Él (por eso muchos están muertos en vida).
Realmente, en estos tiempos, es muy difícil encontrar fe en Dios, porque para muchos es más fácil creer en ovnis, superhéroes, o cosas paranormales que creer en la palabra de Dios, por eso abunda la sabiduría humana y son pocos los que le piden a Dios sabiduría de lo alto, la sabiduría que viene del Espíritu Santo (1Corintios 2).
Fuimos confrontados en la fe, hubo dudas que solo fueron resultas con una interpretación acertada de la palabra de Dios. Sabemos que como nosotros hay muchos que hoy están sufriendo por la partida de un ser amado, y no saben o no pueden expresar sus sentimientos y pensamientos, bien sea
porque son normalizados por quienes los escuchan, o porque incluso habiendo pasado muchos años de la partida de ese ser amado, aún lo extrañan, pero deben llorar en silencio para no incomodar, o callar porque el mundo no entiende su dolor.
Nuestra Sofis quería predicar el evangelio, teníamos muchos planes en El Señor, con ella desde hace 2 años (2019), empezamos a enseñar la biblia a un grupo familiar que lo llamamos “familias en Dios”, también escribíamos reflexiones en Instagram y Facebook, lo seguimos haciendo por amor a Dios y en memoria de ella.
No queríamos que los sueños de Sofi y la huella que dejó en nosotros desapareciera, nos sentimos fruto y extensión de su fe; por eso, consolados con la palabra y la presencia de Dios, comenzamos a escribir reflexiones personales para un libro en su memoria.
Hoy, gracias a Dios, vemos materializado este proyecto, les presentamos el libro MI TESORO ESTÁ EN EL CIELO, Dios nos guío en el contenido, la portada y el título, es un mensaje sencillo donde la palabra de Dios es consuelo y fortaleza a quienes quedamos sufriendo la ausencia de nuestro ser amado; muestra la importancia de que quienes nos rodean entiendan el dolor por el que pasamos, que no solo se ve reflejado en el duelo por la “perdida” o partida que de acuerdo a los Psiquiatras o Psicólogos termina con la aceptación, sino que continúa manifestándose en un duelo del que casi no se tiene información y es EL DUELO POR LA AUSENCIA, Un duelo que nos acompañara siempre, porque tenemos memoria y los recuerdos mantienen vivos a nuestros seres amados, solo podremos dejar de sentir este dolor, esa nostalgia, cuando perdamos la memoria o el día que partamos a la presencia de Dios (y saben? Es mentira que con el tiempo olvidamos, porque al ir envejeciendo nos van haciendo a un lado, vamos quedando solos y son nuestros seres amados que partieron a la presencia del Señor, quienes, por
medio de los recuerdos, siempre nos acompañarán. Todo esto es fe (no resiliencia) o podría ser resiliencia, pero guiada y sostenida por nuestro Señor, porque sin ÉL no somos nada, nada podemos hacer (Juan 15:5), es comprender que Dios nos entiende, consuela y fortalece, nos da las herramientas bíblicas para sobrellevar la ausencia llenos de su amor.
Este libro viene de Dios, este homenaje Él lo tenía preparado para nuestra Sofis y con él, nos ha entrega un ministerio como familia, el MINISTERIO DE LA CONSOLACIÓN (2 Corintios 1: 3-4): 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
La ausencia de nuestra hija nos lleva a Reflexionar aún más en la palabra de Dios, sabemos que este mundo es pasajero, solo Dios nos garantiza un día más de vida, Él quiere que miremos al cielo, que nos Preparemos para lo eterno, para lo que está por venir, para que cuando partamos sea verdaderamente a su presencia y podamos disfrutar junto con Él, nuestra vida eterna que es en Cristo Jesús (Colosenses 3:1-3).
No busquemos los tesoros aquí, porque los tesoros que hagamos aquí se quedan aquí, busquemos los tesoros en el cielo, nuestro tesoro es Dios, nuestro tesoro está con Dios, nuestro tesoro está en el cielo.
Le pedimos a Dios que nos siga equipando con su palabra y presencia, para poder alcanzar a muchos, y entre testimonios, abrazos y promesas de Dios, podamos consolarnos en momentos de dolor.
Familia Lugo Vargas- Ministerio de la Consolación